por Bernardo Stamateas
Cómo recuperar el entrenamiento
Las características que necesitamos para
recuperar las cosas perdidas
Juan 9:1-12 “A su paso, Jesús vio a un hombre
que era ciego de nacimiento. Y sus discípulos le
preguntaron: Rabí, para que este hombre haya
nacido ciego ¿quién pecó, él o sus padres? Ni él
pecó, ni sus padres, respondió Jesús, sino que
esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera
evidente en su vida. Mientras sea de día,
tenemos que llevar a cabo la obra del que me
envió. Viene la noche cuando nadie puede
trabajar. Mientras esté yo en el mundo, luz soy
del mundo. Dicho esto, escupió en el suelo, hizo
barro con la saliva y se lo untó en los ojos al
ciego, diciéndole: Ve y lávate en el estanque de
Siloé (que significa: Enviado). El ciego fue y
se lavó, y al volver ya veía. Sus vecinos y los
que lo habían visto pedir limosna decían: ¿No es
éste el que se sienta a mendigar? Unos
aseguraban: Sí, es él. Otros decían: No es él,
sino que se le parece. Pero él insistía: Soy yo.
¿Cómo entonces se te han abierto los ojos? le
preguntaron. Ese hombre que se llama Jesús hizo
un poco de barro, me lo untó en los ojos y me
dijo: Ve y lávate en Siloé. Así que fui, me
lavé, y entonces pude ver. ¿Y dónde está ese
hombre? le preguntaron. No lo sé, respondió”.
Estuvimos en Estados Unidos y recibimos el
entrenamiento con el doctor George Anderson, que
es el que asesoró la película “Locos de Ira” con
Jack Nicholson. Nos dieron la representación,
para la organización de los grupos de manejo de
la ira, aquí, y en toda Sudamérica, una gran
súper-bendición. También estuvimos predicando en
Presencia de Dios Miami, en la iglesia del
pastor René Betancourt y estuvimos con el pastor
Rubén Jiménez, en la semana vamos a poner en la
página una palabra que envió para todos los que
lo conocen a él y una palabra para el
ministerio: ¿A cuántos les gustaría que Rubén
Jiménez sea parte de Presencia de Dios?, es una
bendición.
Empezamos en este mes recuperando las cosas
perdidas y hablamos el viernes de las
características de las personas que recuperan lo
perdido. Hoy voy a dar la segunda y última parte
de esto. Cómo recuperar el entrenamiento, las
características que necesitamos para recuperar
las cosas perdidas. ¿Cuántos perdieron trabajo,
dinero, personas, oportunidad, circunstancias,
perdieron bendiciones, salud? Decí: en esta
mañana seré entrenado para recuperar todo lo
perdido, lo declaro anticipadamente. Amén y amén.
Acá está un muchacho ciego, y va pasando por ahí
Jesús con los discípulos, que le dicen, Señor
¿quién pecó, éste o sus padres? Jesús les dice:
no pecó ni él ni sus padres, sino para que la
gloria de Dios se manifieste, yo voy a hacer
algo grande y entonces dice que escupió en la
tierra, Jesús hizo barro, le untó los ojos, lo
mandó a lavarse, cuando el ciego fue y se lavó,
recuperó la vista.
Lo primero que te quiero decir, es que antes de
recuperar todo lo perdido, Dios te va a librar
de cuatro tipos de personas. Dios te va a soltar
de la gente equivocada.
Primer tipo de personas: son los que te juzgan.
Ahí estaban los discípulos diciendo, ¿quién
pecó, éste o sus padres? el ciego estaba ciego
pero no sordo, dijo, otra vez me están evaluando.
– Son esas personas que analizan por qué te vino
la pobreza.
– Son las personas que te dicen que están mal
pero nunca hicieron nada por vos.
– Son las personas que opinan de porqué tu
pareja no funcionó, pero nunca te ayudaron.
– Son las personas que hablan de tu miseria,
pero nunca te acercaron un plato de comida.
– Son las personas que viven analizando porque
te pasó lo que te pasó, si la culpa es tuya, la
culpa es de tus padres, o de San Martín.
Y Dios te va a librar de esa gente, que en
general es gente religiosa, porque los que
juzgaban al ciego eran los discípulos, y el
Señor les dice, no importa si pecó éste o
pecaron sus padres, lo que importa es que yo
estoy acá, y si yo estoy acá, yo soy la luz de
este lugar y si yo soy la luz de este lugar voy
a hacer algo extraordinario. Yo no sé cómo
perdiste lo que perdiste, con quién perdiste lo
que perdiste, cuándo perdiste lo que perdiste,
pero lo que sí sé, es que el Señor, el mismo de
este relato, está esta mañana acá y él va a
hacerte luz, y él va a devolverte todo lo que el
enemigo te ha quitado y va a devolverte la
bendición. ¿Cuántos lo creen? aplaudan, gloria a
Dios.
El segundo tipo de personas que hay en este
relato son: los fariseos.
Cuando el ciego recupera la vista lo agarran los
fariseos y le dicen ¿cómo recuperaste la vista?,
él le dice: yo no sé, vino un hombre, me untó
con barro los ojos, me dijo que me lave y ahora
veo. No puede ser. Fue con un escupitajo. ¿Un
qué?, un escupitajo. Vos imaginate, los fariseos
representan los que quieren meterte en su
tradición, ellos dicen: no puede ser, el sábado
no hay que sanar, que te sane otro día, si
estuviste ciego tantos años podrías haber
aguantado un día más.
– Son las personas que no pueden celebrar tu
bendición, no pueden celebrar que recuperaste tu
visión.
– Son las personas que quieren meterte en su
caja de zapatos.
– Son las personas que no entienden cómo has
sido bendecido, y no lo comparten porque no lo
entienden.
Dios te va a librar de la gente estructurada que
te quiere meter en su caja de zapatos. ¿Saben
por qué Jesús usó un escupitajo? yo creo que lo
hizo, para que le dé bronca a los fariseos, para
que les duela bien dolido. Dios va a hacer cosas
extraordinarias para que a los cuadrados se les
rompa la cabeza y digan ¿cómo puede ser que Dios
ha hecho eso con vos? y vos le digas, yo no sé
cómo fue, pero yo sé que me dijo que me lave, me
lavé y ahora veo, gloria a Dios.
El tercer tipo de personas que aparecen en todo
el capitulo son: los vecinos.
Son los que conocían al ciego. Cuando lo vieron
decían: pero ¿ese no es el ciego?, sí pero ahora
ve, no, no puede ser.
Las personas de las que Dios te va a librar son
las que dudan de vos. Son los que te conocen y
no pueden creer que te haya pasado algo bueno.
Vos le decís, sabés que Dios me sanó, y ellos
dicen ¿qué? No, si no estabas mal nena. Dios me
prosperó, quién a vos te prosperó, no, si vos no
estudiaste nunca. Tengo sueños grandes, ¿quién
tiene sueños grandes, vos? dejate de molestar
tonta. Son las personas que te conocen, los
escépticos, y quieren volver a creer ellos que
todo lo que ellos saben de vos, es lo que vos
vas a vivir. Y Dios te va a librar de los que te
juzgan, de los que te meten en su cajita de
zapatos, de los que no creen que vos podés
cambiar.
El cuarto tipo de personas del que Dios me va a
librar: de mis padres.
Dios me va a librar de los padres tóxicos.
Cuando el ciego recupera la vista lo agarran los
fariseos ¿Cómo fue? ¿Quién fue? miren yo no sé
quién fue, pero lo único que sé, es que me untó
con barro, me dijo que me lave y ahora veo, pero
cómo fue, cuándo fue, yo no sé, si yo estaba
ciego cómo querés que te diga, no vi. No sé cómo
fue, pero yo sentí un escupitajo, fui me lavé y
ahora veo. Los fariseos le dicen, nosotros
sabemos qué ese es pecador, por Jesús, tenemos
evidencias que anda con una María Magdalena. Él
dice: si es pecador o no es pecador, no lo sé,
porque no veía, yo lo único que sé, es que fui,
Dios me tocó y ahora veo, no sé más nada.
Entonces los agarran a los padres y les
preguntan: ¿éste es tu hijo? sí, y cómo es que
ve, no sé, pregúntenle a él, es grande, edad
tiene, pero escuchame, no puede ser que vea, y
por miedo de los padres a que los echen de la
sinagoga, dice el capítulo, ellos se lavaron las
manos y dijeron pregúntenle a él, nosotros no
tenemos nada que ver, vos sabés que este pibe no
era ciego, nada más era mendigo, pregunta: ¿por
qué era mendigo? si tenía padres, ¿por qué no
vivía con los padres? Porque, por más pobre que
el padre sea, nunca un padre sano va a dejar que
su hijo mendigue pan, pero estos padres nunca lo
quisieron, por eso estaba ciego este muchacho,
entonces prefirieron rechazar al hijo con vista,
para que no los echen de la piedrita de David
donde ellos se reunían, desde la sinagoga los
padres no celebraron. Yo quiero que vos te
pongas un minuto en el pellejo de un papá, tiene
un hijo, toda la vida fue ciego, viene a una
reunión, Dios lo sana, llega a tu casa, te ve
por primera vez, ¿qué es lo que vos vas a hacer?
vas a saltar, vas a celebrar, vas a descorchar
una botella de champán, vas a estar contento, no
te van a importar ni los fariseos, ni tu abuelo,
ni tu primo, nada, pero estos padres no,
prefirieron seguir rechazando al hijo, a que a
ellos los echen del lugar donde se reunían,
entonces ¿cuáles son las características?
Te voy a soltar cinco características que tiene
la gente que recupera todo lo perdido. Yo quiero
decirte que en este mes vamos:
– a recuperar dinero perdido,
– oportunidades perdidas,
– salud perdida,
– bendiciones perdidas,
– gente perdida, todo lo perdido lo vamos a
recuperar en este mes, así que no te pierdas
ninguna reunión, porque todo lo que alguna vez
pasó por tus manos, volverá otra vez bendecido
en el nombre del Señor. ¿Cuantos lo creen?
aplaudan, amén.
Cinco características
Primero: moriré a la búsqueda de aprobación de
mis padres.
Tus padres te rechazaron, aceptalo, tenés que
dejar de buscar la aprobación de tus padres.
Este muchacho, cuando recuperó la vista, fue
libre de los padres, no corrió detrás de los
padres para que el papá lo acepte, para que la
mamá lo reconozca, porque cuando vos estás
corriendo detrás de la aprobación que ellos, o
alguno de ellos no te dio, no vas a recuperar lo
perdido.
Hay personas que fueron rechazadas por los
padres, vos llamas a tus padres los invitas a
cenar, les mostrás todo lo que hiciste, les
mostrás tu trabajo, tu bendición, y tu padre, en
vez de decirte: Muy bien, qué lindo, bárbaro,
dicen ¡ja! pero tu hermana anda mejor, tu tío
anda mejor, el vecino está mejor y vos te matás
buscando la aprobación y él no te la da, vos vas
a tu mamá y le decís, mamá mira qué lindo lo que
me pasó, ¡ay! tu marido es maravilloso, te habla
bien del yerno, habla bien del otro, pero no
puede darte la aprobación a vos, entonces ¿qué
tenés que hacer?, aceptarlo y dejar de buscar la
aprobación de cualquiera de tus padres. Dejo de
buscar la aprobación.
Miren lo que descubrí, a toda la gente que fue
rechazada por los papás ¿saben qué les dijo
Dios?, ¡vete de tu casa! A Abram le dijo: vete
de tu casa. A David: vete de tu casa. A Gedeón:
vete de tu casa. A Moisés: vete de tu casa.
Porque si te quedas en la casa, vas a perder tu
vida buscando la aprobación, que nunca te van a
dar y vas a perder de vista, los sueños que Dios
ha proyectado en tu corazón, si alguien hoy te
rechazó, Dios te dice vete emocionalmente de la
casa de tus padres, y hacé lo que Dios te dijo
que hagas, y vas a recuperar otra vez los
sueños. Amén.
Dios te saca de la casa de tus padres cuando
fuiste rechazado, para no perder tiempo. Cuando
Dios se le apareció a David, el profeta y éste
dijo: éste va a ser el próximo rey, porque yo no
miro, dijo Dios, lo que mira el hombre yo miro
el corazón. ¿Qué quiere decir que Dios mira el
corazón? yo siempre pensé que lo que quería
decir es que David tenía un buen corazón, yo no
miro lo que mira el hombre yo miro el corazón, y
David era medio tonto, no era bueno, tenía poco
y nada de bueno, sino miren todo lo que hizo,
después, guerra tras guerra tras guerra. ¿Que
quiere decir que Dios mira el corazón? Dios miró
el aguante que David tenía, porque Dios dijo, si
éste aguantó haber nacido de una prostituta, si
aguantó que el padre lo rechace, si aguantó
pelear con los osos y leones, si él va a
aguantar que lo unja como rey y vuelva con las
ovejas, si él va a aguantar pelear contra
Goliat, si va a aguantar que Saúl lo persiga
doce años, ese, tiene mi corazón, ése tiene
proyectos grandes en el corazón. Cuando Dios
busca a alguien, él busca a alguien que aguante,
que diga, me rechazaron, me maltrataron, pero yo
sigo adelante, esa es la gente que Dios unge.
¿Habrá alguien en esta mañana con el corazón de
David?
Vamos a hacer otro ejercicio. Varita arriba,
risa, varita abajo llanto, la varita para un
costado olé olé olé, para el otro costado,
tarataratara…; a ver probemos: arriba, abajo,
un costado, el otro. Decime ¿no estás cansado
que te dirijan la vida? ¿No estás harto de que
te dirijan con la varita los demás? deja de
buscar la aprobación y seguí adelante.
Segundo: la gente que recupera lo perdido tiene
su corazón vacío de amargura.
Tu corazón tiene que estar vacío de amargura,
porque si hay amargura, la amargura no va a
dejar que lo perdido vuelva.
Amargura es algo terrible, porque no deja lugar
a la bendición. Este muchacho recupera la vista
¿qué es lo primero que ve? que los padres nunca
lo quisieron, que los religiosos nunca lo
quisieron, que los conocidos nunca lo quisieron,
y que los discípulos, que opinaban de él al ver
porqué estaba ciego, tampoco lo quisieron. Tenía
motivos para amargarse, tenía motivos para estar
resentido, pero a él no le importó, nadie
celebró con él que recibió los ojos, nadie,
tenía motivos para estar amargado.
Hay personas, hermanos, que cuando discuten
sacan cosas de años, y vos te das cuenta que no
fue el tema por el que discutieron, sino la
amargura que guardaron en su corazón, si vos
discutís conmigo y a mi me sacas cuarenta cosas,
tu problema no fue lo que discutimos, fue la
amargura que guardaste, ¿cuántos me están
entendiendo? Si yo discuto con Aurelia y digo,
¿a ver qué le puedo reprochar? ¿Qué le puedo
echar en cara del pasado? y no encuentro nada,
entonces esa es una pelea sana, pero cuando hay
cosas guardadas eso no es pelea, eso es amargura
y amargura no deja que venga la bendición. Hay
dos personas que persiguieron a David, Absalón,
el hijo y Ajitofel el profeta. David tenía
varios profetas, su mano derecha era Ajitofel y
ese profeta le daba palabra de Dios, estaba
ungido por Dios, pero un día Ajitofel con
Absalón, el hijo de David, se juntaron para
matar a David, y yo leía eso ayer y decía ¿cómo
puede ser? ¿por qué Absalón el hijo, quiso matar
a David? saben porqué, porque a Absalón le
habían violado a una hermana, estaba lleno de
amargura, y Absalón dijo, papá nunca hiciste
nada porque violaron a mi hermana, yo me voy a
vengar, y Ajitofel el profeta que estaba con
Absalón, ¿por qué estaba con él? porque le
habían violado a la nieta, saben quién era la
nieta, Betsabé, entonces el profeta, el que un
día estaba lleno de unción y palabra, ahora
estaba en contra del rey, porque estaba lleno de
amargura. Por eso el apóstol Pablo dijo en
Hechos, yo me esfuerzo para mantener mi
conciencia limpia, Pablo se esforzaba para
perdonar, se esforzaba porque donde Pablo iba,
le tiraban cascotazos, le rompían la cara, y
dijo, yo me esfuerzo cada día para perdonarlos,
para no llenarme de amargura. Decí, esforzate un
poco y no dejes que la amargura entre en tu
corazón. Cuántos cristianos he visto llenos de
amargura, de resentimiento, y cuando alguien
viene a esta iglesia y dicen yo vengo de una
iglesia que me maltrataron, y el pastor me dijo,
y mi papá, nosotros le decimos: hacé sanidad
interior y cancelá todo y se terminó, porque
amargura no deja que te venga la bendición. Dios
le dice a Abram, vete de tu tierra, Dios le dijo
a Moisés vete de Egipto, Dios le dijo a José,
sal de tu casa, porque cuando Dios te saca de
ciertos lugares es para que no te mueras en esos
lugares, es porque Dios tiene un lugar. ¿Sabés
por qué perdiste ese trabajo? para que no te
mueras como un miserable en ese trabajo, Dios te
va a dar uno mejor, sabés por qué te tuviste que
mudar, para que no te mueras en ese barrio
miserable, Dios te va a llevar a lugares
grandes, por eso cuando hay pérdidas es que son
ganancias, cuando Dios te saca de un lugar es
para llevarte a uno mejor. Decí: soy libre de
amargura.
Limpiá tu corazón de todo. ¿Por qué Jesús en la
cruz dijo: Padre en tus manos encomiendo mi
espíritu? Un día Jesús iba caminando y los
fariseos después que sanó al ciego, lo buscaban
para matarlo, pero Jesús se iba, se escapaba,
porque vos tenés que elegir en las manos de
quién vas a morir. Jesús dijo, yo voy a morir en
las manos de Dios, no en las manos de estas
personas, porque si yo vivo en las manos de
Dios, muero en las manos de Dios y si muero en
las manos de Dios resucito en tres días. Cuando
vos te llenás de amargura, moriste en las manos
de la gente, pero cuando vos perdonás te pusiste
en las manos de Dios y cuando estás en las manos
de Dios, morís en las manos de Dios y volvés a
resucitar en las manos de Dios.
Tercero: los que recuperan lo perdido saben que
Dios tiene todo preparado para mí.
¿Cuánto tiene Dios? todo, ¿En qué día Dios creó
a Adán? en el número seis, ¿por qué lo creó en
el seis y no lo creó en el día dos? porque en
esos cinco días creó todo, para, en el sexto,
regalárselo al hombre, cuando Dios te habla ya
trabajó cinco días antes preparando todo lo que
él te va a regalar, cuando Dios te da un palabra
que toca tu corazón, no es que Dios la soltó en
ese momento, ya hace cinco días anticipadamente
que él está preparando toda la creación para
regalártela. Quiero decirte que hoy Dios nos
habla, pero hace cinco días que estuvo
trabajando, para que recuperemos todo lo
perdido. Todo preparado.
Dios lo llama a Abram y le dice: haré de ti una
nación, y Abram le dice: dame un hijo. Cómo vas
a fundar una nación con un pibe, y encima no se
quería casar, cuarenta años y no se quería
casar, tuvo que agarrar al co pastor, a Eliseo y
decir casámelo, porque sino se queda para forrar
Biblias, no se quería casar con nadie. Dios le
dice, no Abram, es más grande. Vos te creés que
Dios te salvó para darte el coche nada más, vos
te creés que Dios te salvó para recuperar lo
perdido nada más, creés que Dios te salvó para
que tengas un aumento de sueldo, un viaje a
Europa, vos creés que Dios te salvó para darte
una casa linda nada más, Dios te salvó para que
seas de bendición, para romperte la mente local
y hacerte universal, para darte cosas grandes,
porque si Jesús murió por nosotros, cómo no nos
dará con él todas las cosas, así que preparate,
porque Dios ya tiene todas las bendiciones
preparadas. Celébralo.
Jesús dijo: a los pobres siempre los tendréis
con vosotros, pero a mí no, Jesús no dijo a los
pobres siempre los tendréis, dijo a los pobres
siempre los tendréis “pero a mi”, o sea Jesús
nunca fue pobre y cuando les dijo: a los pobres
los tendréis con ustedes, ustedes nunca van a
ser pobres, los hijos de Dios cancelamos la
maldición de la pobreza y de la miseria en el
nombre del Señor. Los cristianos hacemos a Jesús
en el pesebre, Jesús nunca habló de ese
mugriento pesebre, Jesús hablaba: les voy a
preparar mansiones celestiales, Jesús hablaba de
riqueza, de abundancia, de prosperidad, nosotros
hablamos del pesebre, pobrecito en el pesebre,
la vaquita y hacemos la representación, estaba
el bebito, y Jesús dijo: dejen de hablar de eso
y hablen de lo que yo les voy a preparar, yo les
voy a preparar cosas grandes.
Ahí estaba David, tenia que pelear contra los
gigantes y le agarra miedo y David con el
ejército se ponen debajo de unos árboles, los
árboles se llamaban “balsameras” y en hebreo
quiere decir “árboles llorones”. Cuando lloro
siempre busco un árbol llorón, estaba llorando,
yo no nací para pelear vamos a refugiarnos
debajo de los árboles llorones, y se le aparece
el Señor y le dice, David mirá a los árboles,
vas a escuchar la marcha y cuando escuches el
ruido de marcha, vas a salir a pelear, pregunta
¿los árboles hacen ruido de marchas? si era un
árbol llorón, que sabe llorar, pero Dios le dijo
vas a escuchar el ruido de marcha, ¿sabés qué
eran los ruidos de marcha? los ángeles marchando
arriba de tu árbol llorón, ojalá hoy Dios te
destape el oído, porque antes del ciego ver,
Dios le destapó el oído en fe, porque si vos
sabes escuchar una palabra de fe vas a tener la
visión y el sueño que Dios te prometió. Tu Dios
te va a hacer escuchar la marcha del ejército de
él, que esta preparado para acompañarte a tu
próxima batalla, yo no sé si todo el ambiente es
negativo y están todos llorando, pero arriba de
ese llanto Dios marchará en victoria, porque él
ha preparado cosas grandes para su pueblo.
¿Cuántos lo creen? celébrenlo, amén.
La gente que recupera:
– Muere a la aprobación de los padres.
– Mantiene su corazón limpio de amargura.
– Saben que hay cosas grandes preparadas.
– Saben manejar la semilla.
Cuarto: la gente que recupera, sabe manejar la
semilla.
El que maneja la semilla gobierna. Antes de Dios
darle el gobierno de toda la tierra a Adán y a
Eva les dijo: les doy toda planta y semilla.
Porque si yo sé manejar la semilla yo sé manejar
lo que como, y lo que comen los demás, si yo sé
manejar la semilla, yo gobierno lo que siembro,
y el que gobierna lo que siembra, gobierna la
cosecha. Hay dos semillas que vos tenes que
aprender a manejar:
La primera: las palabras. El hablar es una
semilla y el que sabe manejar su lengua maneja
el universo, porque Santiago dice que la lengua
es un infierno, es un mundo de maldad, la lengua
es tan chiquita pero enciende fuego y si
enciende fuego también puede encender bendición,
el que maneja su lengua, el que sabe hablar, el
que piensa antes de hablar, el que busca palabra
de sabiduría, esa persona gobierna siempre, por
eso cuando agarraron al ciego ya veía, y le
dijeron, nosotros sabemos quién es ese Jesús es
un pecador, y el ciego le dijo, yo sé que me
dijo que me lave. Pero nosotros sabemos que no
viene de Dios. Pero yo sé, el hombre empezó a
hablar, recuperó autoridad empezó a aprender a
usar su lengua, yo no voy a dejar que me
basureen y me roben la bendición, ustedes saben
lo que saben, y yo sé lo que sé, porque yo lo
único que sé, es que no veía y ahora veo y con
eso a mi me alcanza, eso es manejar la palabra.
La segunda semilla que tenés que manejar:
dinero. El que maneja el dinero maneja todo. Vos
tenés que saber manejar dinero. Ahora, la
semilla es para sembrar, o sea, si vos sabés
sembrar palabras, y si sembrás dinero, vos sos
libre, ¿saben por qué?, porque el gran problema
de la gente es que ama el dinero y el amor al
dinero, no el dinero, el amor al dinero, es la
raíz de todos los males. Hay personas a las que
vos les contás algo y hacen números, lo único
que les importa es la plata, están mirando de
qué cantidad es este billete que tengo ahora en
la mano.
Nosotros no amamos al dinero, amamos a Dios, el
dinero es nuestro sirviente, queremos prosperar,
no te quepa la menor duda, pero no amamos al
dinero, amamos a Dios, entonces cuando vos tenés
eso en claro, el dinero te sigue y los que aman
al dinero lo pierden, porque cuando vos amas al
dinero, tu dinero te dice qué hacer y qué no
hacer, pero nosotros no dejamos que el dinero
nos diga qué hacer y qué no hacer, nosotros le
decimos a la prosperidad qué hacer y qué no
hacer. Fíjense, en Egipto adoraban a las vacas,
los hebreos sacrificaban a las vacas para Dios,
¿qué quiere decir eso? el sistema ama al dinero,
nosotros lo entregamos, lo sacrificamos, lo que
el sistema ama nosotros lo entregamos, por eso
somos libre del dinero. Decí: el que sabe
manejar las semillas gobierna.
Quinto: recuperaré lo perdido de manera
sobrenatural.
¿Por qué no le dijo Jesús “recibe la vista”? En
lugar del escupitajo. El ciego dice, ese ruido,
y le dice: Andá a lavarte, si no veo, andá, no
se la hizo fácil el Señor, todo sucio con el
escupitajo chorreando, la gente lo miraba y
decía ese es el hijo de Dios, y cuando se lavó,
al primero que vio fue a él mismo. Dios te va a
devolver la estima, porque vos no podés vivir de
lo que los demás ven en vos, sino de lo que vos
ves que Dios hizo en tu vida, yo no se cómo fue,
yo no sé cuánto escupitajo hubo, yo lo único que
sé, es que ahora veo, con eso me alcanza. Amén.
Decí, será de manera sobrenatural, por eso nunca
te olvides de todo lo malo que te pasó, nunca,
pero no para amargarte, para ser sabio. Cuando
te sientas solita, estoy solita, me siento
solita, necesito un hombre, acordáte de todas
las palizas que te dio.
La otra vez vino una mujer y me dice, pastor
quiero congregarme aquí, yo me fui muy mal, por
tonterías, ocho meses, me fui a un montón de
iglesias. Vos sabés las ganas que tenía de
decirle: tomate dos años más antes de volver,
así no te lo olvidas más. El primer día entré,
me dieron duro porque no tenia la Biblia ¿y te
dolió? le dije, sí, me dijo, contáme más, pero
no para mi, sino para vos, le dije. Querés
volver a ese trabajo cualquiera, acordate como
te basureaban, no te olvides, ahora que tengo a
Cristo todo me es difícil, ¿querés volver a
servir al diablo?, ¿querés volver a la miseria?
Estaban en el desierto. Queremos volver a Egipto
decían, ahí teñíamos cebollines, recordaban las
cebollas, si me decís el sushi, el asado, la
cerveza, la muzarrella grande, bueno volvamos,
pero la cebolla recordaban, el olor a ajo, pero
hay que ser tonto para volver a lo malo, por eso
Pablo dijo, yo no voy a volver atrás, yo lo
tengo todo por basura y lo único que me importa
es capturar a Cristo, él dio la vida por mi y
ahora yo daré la vida por él. Amén.
Dios va a hacer cosas de manera sobrenatural, yo
conté del hermano que dio testimonio en Miami
cuando escuchó la serie de autoridad, él llegó a
la casa y dijo: ¡ratas váyanse! y las ratas no
se iban, agarró un papelito y escribió “ratas
váyanse” y lo puso en la casa y las ratas se
fueron, y yo decía en Miami, las ratas eran
sordas, pero no ciegas, por eso no se fueron con
la palabra, tenían que leer y me miraba la
gente. Tal vez, les digo, Dios te esté llamando
a que eches las cucarachas de tu casa que están
ciegas, también sordas. La otra vez tuvimos una
reunión tan linda, hablé que David escupió y
tomó autoridad y todo el mundo salió escupiendo,
las casas, los coches, este coche es mío, este
hombre es mío, lo escupían y tal vez Dios te
unja esta mañana para el escupitajo. No había
necesidad de escupir, más allá del símbolo que
significa, yo creo que los fariseos cuando
vieron el escupitajo hermanos, funcionó, y el
ciego dijo, yo lo único que sé es que no veía.
Pero qué doctrina tienen ahí, yo no sé cuál, lo
único que sé que ahora veo, que mi hijo salió de
la droga, que recuperé el gozo, que tengo
sueños, yo lo único que sé, y lo echaron al
ciego y cuando Jesús escuchó que lo echaron,
fíjate qué sabio el Señor, dejó que toque bien
fondo, se acercó y le dijo: ¿Tú crees en el Hijo
del hombre?, ¿quién es Señor? para que crea. El
que está hablando contigo, dice que se postró y
adoró, yo sabía que esa voz la había escuchado,
pasa que el escupitajo, tal vez el Señor le
dijo, escuchá y dio un escupitajo, y lo adoró.
Te voy a soltar una dinamita, si se te revela lo
que te voy a soltar ahora, vas a ganar mucha
gente para el Señor. ¿Se acuerdan de la mujer
que tenia flujo de sangre, cáncer vaginal? doce
años, y la mujer dice, si toco el borde del
manto, si lo toco seré sana, ¿de dónde sacó
eso?, nadie hasta ese momento había tocado el
borde del manto, nadie, y había una multitud,
Jesús iba caminando para sanar a una nena de
doce años y estaba la multitud y la mujer se
mandó por atrás y tocó el manto, cuando lo tocó
fue sana, recibió un milagro y Jesús dijo,
¿quién me tocó? poder salió de mi, ¿qué quiere
decir “poder salió de mi”? quiere decir que
poder salió de él, pero no sólo para la mujer,
porque cuando seguís leyendo en el otro
capitulo, en Marcos 6:56 ” Y dondequiera que
iba, en pueblos, ciudades, colocaban a los
enfermos en las plazas. le suplicaban que les
permitiera tocar siquiera el borde de su manto,
y quienes lo tocaban quedaban sanos”. Esta mujer
inauguró una ola nueva de milagros, porque antes
que esta mujer, nadie le había tocado el borde,
pero cuando ella tocó, Jesús dijo, “poder” se
inaugura algo nuevo hubo alguien que abrió la
puerta para que todos los que toquen mi manto
reciban, lo que conquistes abrirá la puerta,
para que muchos detrás, conquistemos también,
como vos lo has conquistado, por eso animate,
salí, conquistá tu monte, tomá lo que Dios te
dijo.
Estás en un ministerio que toca los bordes del
manto, me decía Lucas Márquez miles de iglesias
están copiándolos Bernardo, Alejandra, es porque
fuimos a tocar el borde cuando nadie lo había
tocado, estás abriendo camino para que otros
también conquisten su bendición, así que no
importa si la multitud te aprieta, no importa
sino te dieron la invitación, no importa si te
han rechazado, vos tocale el borde y los demás
recibirán la bendición. Cuando lo agarraron a
Jesús, lo tomaron, lo llevaron a juicio y los
fariseos le dijeron, ¿qué hiciste? ¿Vos sos el
rey? Jesús no habló. Lo mandaron a Pilatos que
le dijo Sabes qué tienes poder, Jesús no habló.
Lo mandaron a Herodes, no habló, lo agarraron
los soldados romanos, le dieron con todo, Jesús
no habló, lo hicieron cargar la cruz y Jesús no
habló, dice Isaías 53 “como oveja llevada al
matadero fue desfigurado por nosotros, enmudeció
su boca, su lengua pegada a su paladar, no habló
cuando estaba en la cruz lo insultaban le
decían, bájate, sálvate, no, ahí viene Elias a
ver qué va a pasar y Jesús no habló, ¿por qué no
habló? Porque si él hablaba reventaba todo,
porque todo lo que él hizo, lo hizo con el poder
de su palabra, él con una palabra podía llamar a
las legiones de ángeles, con una palabra podía
mandarles fuego a los soldados, con una palabra
podían caer, una vez lo fueron a agarrar a Jesús
y decían quién es Jesús y dijo “Yo soy” y se
cayeron todos con una palabra de él, con una
palabra creó los cielos y la tierra, con una
palabra, entonces dijo no puedo hablar, se calló
para que nosotros podamos hablar. Adoración
nace, cuando entendés que él se calló para que
vos y yo podamos hablar, cantar a su nombre, por
eso David proféticamente decía, nadie va a
cerrar mi boca, yo te alabaré de mañana de tarde
y de noche, confesaré tu nombre, declararé que
tú eres el Señor. Quiero decirte que él se calló
para que nosotros hoy podamos hablar, para que
hoy nosotros podamos dar gracias, para que hoy
nosotros podamos celebrar, gloria al Señor, para
que hoy le podamos decir: ¡gracias papá! nunca
más mi boca estará cerrada, hoy proclamaré tu
justicia, llena mi boca de alabanza, yo declaro
que todo me saldrá bien. No te quedes más
callada, no te quedes más callado. Gracias.
Gloria a Dios. Amén.
GRACIAS BERNARDO & CIA. por participar de ESPERANZA ARGENTINA , QUE DIOS BENDIGA Y PROSPERE, LO MEJOR DE CADA SER.
Dirección “ESPERANZA ARGENTINA “
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